Monólogo que pudo haber pronunciado Federico García Lorca momentos antes de ser fusilado mediante un disparo (de rifle, por supuesto) en el ano.

Imagen: Federico García Lorca por Omar Figueroa Turcios
[Primer Lugar en la categoría Caricatura Personal de la Bienal de Humor Gráfico y Caricatura en Santa Cruz de Tenerife]

¡No soy un color!

¡Créanme! Se los juro…
¡Por el osito Bimbo y el Subcomediante Narcos!

¿De qué me serviría ser un color?
¿Para definirme?
¿Igual que esas pantallas de alta definición, pantalla plana, ahorro de energía, subwoofer integrado, sistema Dolby Surround y lucecitas rojiamarillas fosforescentes que parpadean y dañan el ambiente?

Nooooooo…. ¿Por qué todo el mundo debe tener un color?

¿Acaso todo el mundo tiene el derecho (léase obligación) de tener un email, un color y una nacionalidad?

Yo me declaro extranjero de la escala cromática. (punto).
Colorearse sólo es segmentarse en palabras
(Que muchas personas ni siquiera lograrán ver).

¡¡¡¿De qué color es George W. Bush?!!!
¡¡¿Rojo neoliberalista?!!
¡¿Amarillo nazi?!
¿Azul semen?

¡NO ME IMPORTA!

¡Me da lo mismo si soy verde o si me quiero verde!

Verde como tus sensuales mocos
Verde mota Verde nalga
Verde muerte Verde pus
Verde incrustado en el glande

¡Y me vale madres si me doy asco!

¡Que yo no soy un color! ¡No pienso ser un color!

LES-DI-GO-QUE-NO-SOY-UN-CO-LOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOR

¡Un momento! ¿A dónde quieren llevarme?

¿Colorómanos Anónimos? [Sociedad Anónima de Capital Coloreable]

¿A la policía cromática? ¿O debo decir dramática?

¡Exijo a mi abogado!
Me declaro culpable hasta que se me demuestre lo contrario. (punto).

Jorge Tirzo
2 de octubre de 2007